La intensa actividad del Kilauea, el volcán en Hawái que ha arrojado columnas de vapor y lava hasta los vecindarios cercanos desde principios de mayo, fue captado desde el espacio por el astronauta de la NASA, Andrew Feustel, integrante de la tripulación de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Desde su puesto, a más 400 kilómetros de altura, Feustel tomó la fotografía en el momento en que arrojaba una gran columna de humo acompañada de ceniza.
El respiradero del volcán, captado por el integrante de la EEI, se llama Halemaumau -mejor conocido como “mirador”- y es considerado un destino popular en el Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, que ha cerrado para los turistas debido a la emergencia.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha elevado la alerta roja ante el peligroso aumento de la actividad en el volcán Kilauea.
“En cualquier momento, la actividad puede empezar a ser más explosiva, aumentando la intensidad de producción de ceniza y generando proyectiles volcánicos”, advierte el Observatorio de Volcanes de Hawái.
La nueva nube volcánica ha aparecido poco después de que se abriera otra fisura en la Gran Isla de Hawái, donde se encuentra el cráter del Kilauea, con lo que ya son 20 las fallas por las que sale lava, causadas por la erupción del pasado 3 de mayo.
Los científicos vigilan el lago de lava creado por la erupción del volcán -uno de los cinco activos en el archipiélago estadounidense- y avisan de que el nivel de lava ha bajado, lo que puede provocar un nuevo estallido del Kilauea.
EVACUACIÓN DE MILES DE PERSONAS
A causa de los movimientos de lava, los incendios, la emanación de gases tóxicos y las lluvias ácidas, la población local se ha visto obligada a dejar sus hogares y a trasladarse a lugares más seguros en el suroeste de la isla.
El volcán Kilauea entró en erupción a principios de este mes tras una serie de fuertes sismos. Sus expulsiones de lava alcanzan hasta 70 metros de altura y han obligado la evacuación de miles de personas, debido a la amenaza contra viviendas.